Muchos Mundos

Todxs Juntxs por un mundo antiimperialista

Nos pronunciamos contra la hegemonía epistémica impuesta por la lógica norte-occidental, fruto de una empresa colonialista que ha globalizado una mirada unívoca y excluyente. Denunciamos la mentira universalista que, bajo el mito del “primitivo”, ha legitimado una sola tradición del conocimiento, erigida en árbitro supremo de la verdad, al tiempo que acalla y deslegitima las voces que emergen desde otras latitudes y cosmovisiones.

Reconocemos que la tradición filosófica que proclamó la “universalidad” en el siglo XVIII se convirtió en herramienta de dominación, afirmando la existencia de un único camino hacia la verdad. Este dogma ha orillado a académicos y pensadores de cualquier origen cultural a inscribirse en modelos epistemológicos válidos solo según los cánones del norte, sembrando una uniformidad del saber y del entendimiento del mundo, negando la diversidad radical de las experiencias humanas.

Afirmamos que la descolonización del saber es una lucha política y epistemológica que va de la mano con la construcción de un mundo en el que otros mundos sean posibles. La ruptura con la verticalidad del conocimiento es necesaria no solo para hacer justicia a las tradiciones del sur o de los pueblos originarios, sino para enriquecer el campo del pensamiento mismo. Liberar al conocimiento de su unicidad excluyente implica reconocer múltiples formas de ver, sentir y entender la realidad.

Aprendemos de la lucha indígena en México, de su crítica a la visión única, del potencial de sus lógicas dualistas y de su comprensión del cuerpo, la mente y el entorno como partes de un continuo indivisible. Estas cosmovisiones muestran cómo el pensamiento no se agota en la razón occidental, sino que puede expandirse a través de una multiplicidad de dualidades y ciclos, nutriéndose de la diversidad, la contradicción y la complementariedad.

Proponemos, por tanto, una epistemología pluriversal, capaz de escuchar las voces silenciadas, de abrirse a las lógicas múltiples del mundo, de reconocer la geo y la cuerpx-política del conocimiento. Apostamos por un diálogo entre saberes sin jerarquías, en el que la palabra ancestral, las narrativas subalternas y las prácticas locales se entretejan con las teorías académicas, desbordando las fronteras del imperio epistemológico.

Este manifiesto es una invitación a asumir un compromiso con la diversidad radical del pensar, a abandonar el mito de la neutralidad y la universalidad abstracta, a aprender de quienes han vivido por siglos desde otras premisas. Descolonizar el saber es recuperar el latido plural del mundo, construir un saber más robusto, inclusivo y vivo: un caleidoscopio de verdades que giran y se renuevan a cada instante.


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